Yo, como Don Quijote me invento pasiones para ejercitarme. Voltaire.

domingo, 1 de enero de 2012

El artificio de la llama




La llama nunca mantiene su forma, agota la vista depositando calcinantes colores en la mirada. Crea sombras en la oscuridad corroída de las paredes. Luz tenue, fatua, alterada en su crecimiento, caliente hasta el extremo de rasgar la piel de quien la mire, de tragar lo que se aproxime a su fuego. Su gran artificio es la belleza, que invita a tocar el imposible. Ante tanto fuego los metales endebles se retuercen en arabescas posiciones, generando chispeantes conversaciones metálicas donde se cuecen los elementos. Es el fuego, definiendo las direcciones de sus llamas, iniciándose en el temblor de las cenizas.


Creación e Interpretación: Flakorojas (José Antonio Rojas) 
(1998) 

Fotografías: Raúl Corredor (En construcción)